Los lingotes de oro son una pieza de lo más útil, sobre todo para los inversores privados. Aquí no estamos ya ante la misma situación que podía darse con las monedas de oro, las cuales, además de ser un objeto de inversión excepcional, servían también como objeto de colección. Bien es verdad que puede darse el caso de que un lingote de oro caiga en manos de alguien en algún momento de su vida, pero estos serán casos muy aislados.
Normalmente, los lingotes de oro se emplearán para invertir dinero en ellos. En particular, los lingotes de oro son unas piezas de inversión excelentes, quizá mucho más que las monedas de oro. Esto se debe a que, al contrario de lo que ocurría con las monedas de oro, aquí podemos seleccionar la cantidad de oro que queremos para nuestro lingote de oro. En función de ello, el precio que tendremos que pagar por él será mayor o menor. También en función de esta variable, el dinero que podremos obtener por el lingote de oro cuando podamos sacarle mayor rentabilidad crecerá o decrecerá. En el caso de los lingotes de oro, nos pasa lo mismo que con las monedas de oro. El precio de las cantidades de oro que haya en nuestro lingote de oro irá cambiando según cambie el mercado financiero, que corresponde la única variable determinante del precio del oro. Los cambios que experimente este, se verán reflejados directamente en el precio del lingote de oro.
Aquí nuevamente encontramos que el negocio de invertir dinero en lingotes de oro puede aportarnos grandes beneficios y deja poco margen a los posibles riesgos de pérdida que puedan ir surgiendo, ya que la compraventa de lingotes de oro es bastante sencilla. Aquí debemos mencionar a ese otro tipo de inversiones financieras que esconden un gran número de riesgos de pérdida de patrimonio tras ellas. Estas son la compraventa de acciones en bolsa y la inversión de capital en el mercado inmobiliario. Este tipo de operaciones son de una complejidad extrema y los cambios del mercado financiero inciden directamente en ellas sin que el inversor pueda hacer demasiado para evitar la pérdida de dinero, e incluso el endeudamiento.
Invirtiendo en lingotes de oro, estas pérdidas y el endeudamiento son fácilmente salvables, ya que el precio del oro se puede comprobar de diferentes y múltiples maneras. Simplemente, si hemos comprobado que el precio del oro es más bajo respecto del cual compramos el lingote de oro que tenemos con nosotros, no debemos plantearnos la idea de vender el lingote de oro, pues aquí sí perderíamos dinero. Solo tendremos que buscar un buen comprador en el momento en que observemos que la rentabilidad está asegurada.
En cuanto a cómo conservar nuestros lingotes de oro a salvo, hay dos posibles maneras de hacerlo. Podeos confiar los lingotes a un banco que esté dispuesto a mantenerlos seguros, o podemos optar por la clásica estrategia de guardarlos en una caja fuerte, aunque esta opción entrañe más riesgos de robo. Mantener los lingotes de oro perfectamente protegidos es crucial, ya que por lo general son piezas que requieren un gran desembolso inicial de dinero y su pérdida puede dañar gravemente nuestro patrimonio.
Los lingotes de oro pueden comprarse en función de la cantidad de oro que lleven, es decir, del peso del lingote de oro. Podemos encontrar desde lingotes de oro de 2 gramos, que son los más asequibles económicamente, hasta lingotes de oro que pesan un kilo o más, cuyo precio será muchísimo mayor. Lo que sí que es realmente importante tener en cuenta a la hora de comprar lingotes de oro, sea el peso que sea, es la pureza del oro. Para sacar el máximo partido o la máxima rentabilidad posible a nuestros lingotes de oro, la pureza del oro tiene que ser la máxima posible. Solo de esta manera podremos encontrar compradores realmente dispuestos a pagarnos por nuestros lingotes de oro, puesto que nade quiere un lingote de 5 kilos de oro de mala calidad.
En conclusión, podemos decir que la inversión en lingotes de oro es realmente un negocio rentable que no requiere demasiada preocupación por nuestra parte, ya que el riesgo de pérdida es mínimo.