Cuando se decide comprar un metal precioso como la plata, normalmente se quiere saber si dicho material es auténtico o de buena calidad. En la actualidad es común ver diferentes falsificaciones en el mercado, lo cual puede ocasionar que las personas que no tienen mucha experiencia en el área, les resulte difícil saber si una joya o pieza de plata es verdadera o falsa.
Conforme avanzan los procesos de la creación y diseño de joyas y objetos de plata, también se ha avanzado en el uso de herramientas que permiten la detección de la autenticidad del metal, su duración, calidad y precio de la pieza de plata. A continuación mencionaremos algunos métodos que se pueden utilizar para validar la autenticidad de un objeto de plata:
La plata es un metal paramagnético, es decir, sus efectos magnéticos apenas tienen fuerza; por lo que si se acerca un imán a una joya, si la pieza responde al magnetismo y se adhiere al imán fácilmente, se puede concluir que la pieza o joya no es de plata, sino de otro metal. Por el contrario, si se presenta una "leve respuesta" al magnetismo, generando pocos movimientos pero sin adherirse al imán, se puede concluir que es una pieza de plata auténtica.
Esta prueba permite conocer el comportamiento térmico de la plata ante el hielo. La prueba consiste en hacer contacto entre la plata y el hielo, si el hielo se empieza a derretir (como si se tratase de algo caliente), la pieza es de plata auténtica. Por otro lado, si no ocurre el derretimiento del hielo y la pieza se pone fría, se puede concluir que se trata de una falsificación de plata, es decir, alguna aleación de otro material.
Esta prueba consiste en dejar caer la pieza, ya sea un anillo, una moneda o cualquier objeto desde cierta altura (por ejemplo unos 30 centímetros del piso), si el sonido al impactar en el suelo es de un tono agudo (parecido al tono de una campana), se puede afirmar que es una pieza verdadera de plata. Por otro lado, si el tono es grave (similar a una moneda actual), es señal que la plata ha sido combinada con otros metales.
Es una prueba que utiliza un agente y produce una reacción química, ya que la lejía puede generar oxidación en la superficie de la plata, tornándose de color oscuro a negro. Si al aplicarse unas gotas de lejía, se nota que se oscurece o mancha la pieza, podemos afirmar que el objeto es de plata. Si ocurre lo contrario y la pieza permanece en su color brillante, entonces podemos afirmar que la pieza es una falsificación, sin embargo, es importante destacar que si la pieza tiene un baño de plata, tendrá la misma reacción.
¿Qué opinas sobre este tema? ¿Conoces alguna otra forma de comprobar la autenticidad de la plata?
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Imagen de MianShazahdRaza vía Pixabay.com bajo licencia creative commons.
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