Cuando se piensa en proteger metales preciosos como el oro o plata, la primera imagen que se genera en la mente de muchas personas es una caja fuerte. Una caja fuerte es un contenedor diseñado especialmente para guardar en su interior elementos de valor como metales preciosos, documentos, certificados, joyas, etc. con el fin de protegerlos contra el robo, fuego, espionaje u otro tipo de acciones. Las cajas fuertes están fabricadas con metales resistentes (por ejemplo acero de alta resistencia), los cuales están reforzados con otros materiales como el hormigón y las fibras metálicas, para asegurar de esta manera una dureza y peso adecuado.
El cierre y apertura de una caja fuerte se consigue mediante diferentes sistemas, por ejemplo algunas cajas fuertes poseen sistemas de cierre sofisticados como las combinaciones biométricas, pero debemos tener en cuenta que las cajas fuertes "clásicas" que poseen cerraduras con llave (o una combinación mecánica-electrónica) continúan siendo las más utilizadas, debido a su confiabilidad y facilidad de uso.
Las cajas fuertes se emplean en diferentes entornos, desde el doméstico hasta el profesional, alcanzando altos estándares de seguridad en entidades bancarias y organismos oficiales gubernamentales. En el ámbito doméstico, en función del tipo de objetos que se desean salvaguardar, se puede elegir entre modelos básicos de cajas de seguridad, los cuales tienen poco peso y volumen, hasta modelos más avanzados, los cuales consisten en cajas más pesadas y con un mayor nivel de seguridad.
En lo que respecta a una caja fuerte, dos de los factores que influyen más en su seguridad es su peso y anclaje. Un peso elevado puede suponer la diferencia entre un intento de robo frustrado y un robo consumado. Por ejemplo, si el delincuente no puede abrir la caja fuerte, y dicha caja es "ligera" respecto a su peso, es posible que se la lleve para abrirla después, por otro lado, si la caja fuerte es pesada (a partir de 80 kg) será más difícil de llevar, lo cual dificultará el robo. Respecto al anclaje, si la caja de seguridad se encuentra "anclada" o adherida en la superficie (pared, suelo o estructura), entonces será más difícil que se la puedan llevar (aunque sea ligera de peso). En la mayoría de los casos, las cajas fuertes suelen anclarse por la base y su parte posterior.
Además de los robos, una de las principales preocupaciones de los propietarios de metales preciosos que utilizan cajas fuertes en sus domicilios son los incendios. La Asociación Nacional de Protección contra el Fuego (NFPA) de Estados Unidos asegura que durante el transcurso de una vida, hay un 25 % de probabilidades de sufrir un incendio doméstico que sea lo suficientemente grande como para llamar a los bomberos.
En el mercado existen diferentes tipos de cajas fuertes resistentes al fuego, en función del tipo de material a proteger y del tiempo que pueden soportar sin que su interior supere una determinada temperatura. Por ejemplo, las cajas resistentes al fuego certificadas para proteger documentos de papel no deben superar los 150ºC en su interior durante un incendio. En el caso de las cintas magnéticas antiguas, será necesaria una caja fuerte que esté certificada para no superar los 65ºC en su interior. En el caso de unidades ópticas como CDs, USB o discos duros de computadoras/ordenadores, estos requerirán cajas fuertes cuyo interior no exceda los 50ºC en su interior. Generalmente las cajas fuertes resistentes al fuego son sometidas a las siguientes pruebas en los ensayos de certificación:
1.- Se mantiene la temperatura media del horno de prueba de acuerdo con la curva normalizada de incendio ISO 834-1, por un tiempo de 60 minutos a 945ºC, 90 minutos a 1000ºC o 120 minutos a 1090ºC, en función del nivel de resistencia requerido.
2.- Durante la prueba, la temperatura en el interior de la caja fuerte de prueba no debe superar los 150ºC (temperatura para protección de papel) o 50ºC (temperatura para protección de activos informáticos).
3.- Pasado el tiempo de exposición, se apaga el horno y se deja enfriar siguiendo la curva de enfriamiento (la caja de prueba se extraerá del horno luego de 16 horas).
Según una encuesta realizada por Asservato (compañía alemana de custodia de valores) un 39 % de los encuestados (inversionistas y compradores de oro o plata) prefieren guardar sus metales preciosos en las cajas de seguridad de una entidad bancaria, mientras que el 24 % de los encuestados prefieren hacerlo en una caja fuerte ubicada en su propio domicilio.
Algunos expertos en metales preciosos suelen recomendar los servicios de compañías especializadas en custodia de valores (no bancarias), para evitar el peligro de "confiscación" del oro por parte de los bancos o entidades gubernamentales. Sin embargo, los resultados de la encuesta demuestran que las cajas de seguridad bancarias continúan teniendo una gran aceptación en el mercado.
Según los puntos vistos anteriormente, podemos concluir que una caja fuerte que cumpla con los estándares de calidad del sector, sí será útil para guardar oro o plata, sin embargo, debemos tomar en cuenta que debemos elegir el tipo de caja fuerte que más se adecue a nuestras necesidades y entorno.
¿Qué opinas sobre este tema? ¿Crees que las cajas fuertes son útiles para guardar oro o plata?
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Imagen de Reimund Bertrams vía Pixabay.com bajo licencia creative commons.
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