Una de las funciones principales de la London Bullion Market Assoaciation (LBMA) es facilitar la distribución internacional y aceptación de sus lingotes. Históricamente, los miembros del mercado de metales preciosos de Londres elaboraban listas de fundidores y ensayadores metalúrgicos acreditados, cuyos lingotes de plata y oro habrían sido aceptados automáticamente en transacciones acordadas entre ellos o con otros comerciantes fiables.
El mercado extrabursátil internacional de metales preciosos depende de la fungibilidad de sus barras, que apuntalan el sistema. Sólo las barras de oro y plata que cumplen con los estándares de 'Good Delivery' de la LBMA son aceptables al realizarse un contrato en la Loco de Londres. La LBMA establece el estándar para estas barras a través de la elaboración de las listas de Good Delivery de Londres.
La acreditación de Good Delivery de la LBMA se ha convertido en un estándar internacional de calidad. Las refinadoras de metales han de demostrar al Comité Físico de la LBMA que sus barras cumplen con los estrictos requerimientos detallados en la “Lista de Good Delivery de la LBMA”. Por esta razón, la comprobación y el continuo mantenimiento de esta lista es una de las funciones principales de la LBMA. La capacidad de ensayo de las refinerías presentes en la lista se evalúa periódicamente bajo el sistema de Supervisión Proactiva de la LBMA.
Los refinadores, con intención de solicitar el estatus de Good Delivery, presentan su solicitud al Jefe Ejecutivo de la LBMA, que a su vez realiza consultas a los miembros del Comité Físico para evaluar a las refinerías. Los principales requisitos para entrar en consideración para la lista son:
En el artículo “Reglas para la Buena Entrega de lingotes de oro y plata”, publicado en la página web de la LBMA, se especifican los requerimientos necesarios para figurar en la lista de Good Delivery de la LBMA. Generalmente, para ser apto para Good Delivery del metal, las barras de plata han de cumplir los siguientes requisitos:
Los refinadores que son aceptados en la lista de Good Delivery se comprometen a obtener el metal de forma responsable, convertirlo en barras Good Delivery y enviarlo a las bóvedas oficiales de Londres. A partir de ese momento las instituciones que conforman el mercado pueden comerciar libremente con este metal.
La apariencia también importante. En general, las barras Good Delivery deben estar en buen estado, no presentar cariado, grietas, agujeros, ampollas o contracción severa. Por motivos de seguridad, los bordes no pueden ser afilados, para evitar heridas al tratarlas. También deben ser fáciles de apilar de forma segura.
En 2004 la LBMA estableció la Supervisión Proactiva (PAM, en su siglas en inglés), un sistema de supervisión de calidad para la producción y la habilidad de ensayo metalúrgico de los refinadores en la lista Good Delivery. Antes de su establecimiento, el refinador simplemente tenía que demostrar estos baremos en el momento de la solicitud de admisión en la lista. A día de hoy, las refinerías de la lista son monitorizadas de forma periódica, lo que asegura que se siguen cumpliendo los requisitos más estrictos de producción refinada y valor neto, y otorgando a la lista y a las propias refinerías una reputación aún mayor.
Los supervisores presencian las operaciones de muestreo, que les aportan muestras para evaluación por parte de los árbitros de la LBMA. Los refinadores nuevos y antiguos están sujetos a una supervisión completa una vez cada tres años. Y desde el 1 de enero de 2012 todas las refinerías Good Delivery están obligadas a presentar al Jefe Ejecutivo de la LBMA sus cuentas auditadas y sus datos de producción anuales.
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