El canto o borde estriado de una moneda son la serie de surcos que se encuentran alrededor del perímetro de algunas monedas americanas, como las de diez céntimos, de veinticinco y de cincuenta. Si te fijas en otras monedas, verás que algunas no tienen estrías en los bordes. Además, puede que encuentres monedas que tengan palabras o símbolos. Independientemente de lo que adorne el canto de una moneda, está ahí por un motivo.
Esos pequeños surcos que puedes encontrar en el borde de las monedas habitualmente se añaden durante el proceso de acuñación. Los cuños de las monedas producen el anverso y el reverso. Para mantener las monedas firmemente agarradas durante este proceso, se coloca un aro de metal del diámetro exacto de la moneda entre ambos cuños. En la Casa de la Moneda de Estados Unidos, el aro es solamente 1/5000 pulgadas más ancho que el diámetro del cuño de la moneda. Este nivel de presión fuerza al metal a lo más hondo del cuño durante la acuñación y evita que se salga por los lados. Sobre el cuño se coloca un cospel que se asegura con el aro.
El aro de metal tiene una serie de pequeños surcos tallados alrededor de su circunferencia. Cuando el cospel se acuña a tan alta presión, el metal de la moneda intenta expandirse hacia los lados pero el aro de mental lo mantiene en su sitio. Los pequeños surcos del aro se transfieren entonces al canto de la moneda.
Otro método que se utiliza para crear estrías y otros adornos para los bordes es acuñar primero la moneda y posteriormente pasarla por una máquina de fresado que añadirá las estrías o diferentes diseños al canto de la moneda. Este proceso normalmente se realiza rodando y apretando la moneda entre dos tiras de metal que ya tienen los surcos u otros diseños grabados.
La serie “Presidencial” de monedas de un dólar que se pusieron en circulación utilizaron este método para realizar el epigrafiado con letras incusas en el canto de la moneda. Este método que consiste en añadir los adornos después de acuñar la moneda ha llevado a poner en circulación muchas monedas con errores.
Históricamente, las casas de las monedas fabricaban monedas a partir de metales preciosos como el oro y la plata. Conforme estas circulaban, algunas personas sin escrúpulos utilizaban cuchillos o limas para raspar un trozo del metal, con lo que la moneda se hacía más pequeña y valía menos de lo que se decía.
En la época colonial, los mercaderes solían pesar las monedas que las personas utilizaban para comprar sus bienes. Si estaban por debajo de su peso, el mercader pediría más monedas hasta llegar al precio establecido. Desafortunadamente, algunos mercaderes sin escrúpulos utilizaban básculas trucadas que marcaban las monedas por debajo de su peso. De esta forma, los mercaderes podían obtener más dinero por los bienes que vendían.
Para parar con la práctica de “rasurar” o “recortar” monedas, las casas de la moneda de alrededor del mundo añadieron adornos como estrías, letras o algún otro tipo de elemento decorativo. Si estos adornos no estaban presentes en la moneda, se podía saber que alguien había recortado la moneda y reducido la cantidad de metal precioso presente en la pieza.
En 1696, Isaac Newton fue nombrado alcaide de la Real Casa de la Moneda del Reino Unido. Fue él quien comenzó a implementar los cantos estriados en las monedas para prevenir a los “recortadores” y falsificadores alterar las divisas.
Aunque no existe una lista de los diferentes tipos de cantos de monedas, aquí puedes ver una lista de los más comunes (y algunos no tanto) que puedes encontrar en monedas de todo el mundo.
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