Durante febrero se vivió una semana entera de tendencia alcista, y tras llegar al pico de 1529,35 € el 24 de febrero, el oro comenzó a bajar paulatinamente. Estos movimientos son habituales, pero en esta última semana vimos una baja inesperada. Lo habitual es que en períodos de crisis, donde las bolsas mundiales se desestabilizan y las divisas fuertes tiemblan, el metal tiende a mostrar una curva ascendente.
Analicemos la coyuntura a partir de la última crisis económica que sacudió al mundo occidental. En agosto de 2007 comenzó a preverse el inicio de una cataclismo que cobró forma al año siguiente y recibió el nombre de "hipotecas subprime". Se trató de una burbuja financiera que estalló, llevándose consigo a varias entidades dedicadas a la conseción de hipotecas. El oro cotizaba alrededor de los 485 €.
Todo se profundizó el 15 de septiembre de 2008, cuando se declaró en quiebra el gigante Lehman Brothers, uno de los bancos de inversión más grandes del mundo. Para inicios del año siguiente, el valor del oro llegaba los 760 € por onza. Entonces el oro comenzo una escalada alcista, hasta que en septiembre de 2011 llegó a máximos históricos, tocando los 1500 €.
En ese momento, la Reserva Federal adoptó medidas de emergencia, como la compra de bonos a largo plazo asegurando tipos de interés bajos, todo apuntado a estimular el crecimiento económico de Estados Unidos. Estos movimiento supusieron una renovada confianza en el dólar, que detuvo la subida constante de los metales e hizo caer sustancialmente el valor del oro. Sin embargo, la confianza de los ahorristas mantuve los precios estables durante los siguientes años.
Esta profunda crisis, además de ocasionar movimientos estructurales en la macro economía, provocó que los Bancos Centrales modificaran su política vendedora de oro y se convirtieran en compradores. Los bancos de las principales potencias mundiales comenzaron a desdolarizarse. Así lo anunció el Banco de la Haya "Una reserva en oro siempre conserva su valor, con crisis o sin ella"
La conclusión se destila claramente, si los Bancos Centrales son los principales tenedores de oro del mundo, cuando el valor del oro de despega y crece a ritmos muy superiores que las bolsas u otros activos, ellos tienen la potestad de controlar esta crecida haciendo grandes ventas de metal. En numerosos blogs y sitios especializados, como el Gold Anti-Trust Action Committee, anuncian que durante todo el 2020 se han registrados niveles récords de ventas extremadamente abultadas por parte del Banco de Pagos Internacionales.
En síntesis, entre 2008 y 2011 el precio del oro ha ido de 450 € a casi 1600 € la onza, momento en el cual los Bancos decidieron volver a tomar el control sobre los mecanismos de formación de precios. Estas intervenciones agresivas en el mercado no son ninguna sorpresa, pero nunca dejan de llamar la atención.
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